Martes 2 y Miércoles 3 de diciembre de 2013
Esta ocasión cada
equipo eligió el Colegio al que quería asistir (de los que nos ofrecieron) mi
equipo y yo elegimos asistir al Colegio Insurgentes de Puebla A.C, ubicado en
25 poniente #703; que es una zona muy urbana, con mucho tránsito vehicular,
muchos negocios alrededor como papelerías negocios de comida, venta de muebles,
flores y pisos.
La zona cuenta con
alumbrado público, pavimento (en ese momento se estaban arreglando a las
orillas de las banquetas), agua potable, drenaje, transporte y al parecer la
zona tiene una economía en movimiento.
Antes de asistir a
observar, tuvimos que ir a entregar un oficio, donde se solicitaba el permiso para realizar la observación que
duraría dos días, en ese momento, la directora amablemente nos dio la libertad
de elegir en qué grado queríamos observar. Yo elegí el 2do año.
El primer día, (martes
3 de diciembre) llegamos a las 8:15 a.m. , pues así nos lo pidió la directora
ya que los alumnos entraban a las 8:30 a.m., para estar presentes antes del
comienzo de las clases y actividades, al llegar y la directora nos llevó a cada salón, una vez
ahí, me presente con la titular, llamada María Guadalupe Alvisua Vergara, que
contaba ya con (aproximadamente) 31 años de servicio, y 23 en este Preescolar,
y este año atendía a 2do. Año, el cual también contaba con auxiliar, llamada María
del Carmen Cuaya.
También me presente
con los alumnos, que eras unos 18 niños, de (aproximadamente) 4 años. Los
cuales habían llevado dulces para la piñata de la posada que ya está próxima.
Los niños estaban distribuidos en el salón en 4 mesitas, de 4 a 5 alumnos cada
una.
En aula contaba con mucho material, las paredes tenían imágenes, silabas y los nombres de cada niño (en manuscrita),
ventilador y decoraciones de navidad, como imágenes del nacimiento, campanas y
esferitas.
Contaban con material como fichas, figuras, maderitas, pelotas, pinzas y muchas
otros tipos de material y texturas, con el cual juagaban al final de día (los
últimos 10 minutos, ya para salir).
En este Colegio,
primero se les enseñaba la letra manuscrita, (y solo hasta tercer año se veía
la letra escrib) comenzaron el día haciendo planas, con “S” y cada vocal. Para
después tomar educación física, donde se ejercitaban, y también jugaban,
hicieron un poco de calentamiento, se quedaron en “pose” de algunos animales, y
después tenían que pasar por las colchonetas haciendo lo que el profesor
indicara, como “rollito, saltitos, arrastrándose como víbora, o tomando un pequeño
palo de escoba y cargándose con los brazos…”
Lo cual me pareció
una excelente actividad, pues los pone activos y algunos “terminan de despertar”, como decía
la profesora.
Al terminar, subían
a su salón y dejaban todo acomodado y listo para el lonche, la mayoría de ellos
llevaba comida empaquetada, y postre. Solo algunos llevaban fruta o tortas
echas en casa.
Cuando todo esto
quedaba, podían salir al recreo, donde jugaban con niños de otros grados. Y se
les podía prestar material si ellos querían, como muñecos, herramientas,
juguetes o peluches.
Al terminar el
recreo, se lavaban las manos, y ya podían ir a salón a comer su lonche, antes
haciendo una oración y dando gracias.
Al terminar, se guardaba el lonche, se limpiaba el mantel, manos y boca con una
toallita húmeda. Se acomodaba la
lonchera en el mueble y el mantel.
Al terminar proseguía
la clase, o continuaban haciendo sus planas, de manuscrita, después la maestra
pasaba de lugar en lugar a preguntarles las silabas, y a repetir.
El día término con
que los alumnos contaran sobre “La Navidad”, y cada quien contaba sus
experiencias, como: si ya tenían arbolito o nacimiento, como fue el momento de
ponerlo, o si participaron.
El segundo día
(miércoles 4) se comenzó haciendo planas, después de eso, los alumnos
asistieron a computación, donde tuvieron examen, el cual consistía en realizar
un papalote en paint. Aunque terminaron haciendo cualquier cosa, hasta rayones,
pues el profesor les dio oportunidad de hacer el dibujo que quisieran, la única
condición era no dejar la hoja en blanco.
Al terminar, los alumnos fueron al salón, para dejar todo lo del lonche
preparado y el mantel. De ahí salieron al recreo y de igual forma que el día
anterior, jugaron.
Al termino de este, volvieron a aula, donde hicieron un poco de cálculo mental,
y repasaron las silabas, pues la maestra me comento que tenían examen semestral
el Jueves 5 de diciembre.
Su método de
lectura, es el del nombre propio, y al parecer funciona bien.
Más tarde, jugaron con las silabas, lo cual consistía en poner las fichas de
las silabas en desorden en la mesa, y cuando la maestra dijera una silaba todos
la tenían que buscar, y el niño que la encontrara se la quedaba, y al final
quien tuviera más ganaba.
Como el salón
contaba con 4 mesitas, la titular, la auxiliar mi compañera de equipo y yo éramos
más que suficientes para poder ver que los alumnos no hicieran trampa o no se
pelearan.
Poco faltaba para
la hora de salida, cuando la maestra les repartió sus libretas, con las planas
que eran de tarea, después cada alumno la tiene que guardar en su mochila y
volver a su lugar. Cuando todos habían acabado, la maestra les repartió
material por mesa, para que jugaran, a los 15 min. Les dijo que guardaran la
materia y tomaran sus mochilas y loncheras.
Como ya era la hora
de salida, mi compañera y yo pedimos permiso para entregarles unos lápices que
con mucho cariño les hicimos. Y así fue, les repartimos un lápiz a cada quien,
para después salir a formarse. Ya formados, tienen que cruzar el patio y sentarse
en una barda, hasta que los vayan nombrando para salir.
Lo último que hice,
fue dar las gracias, por su apoyo y buen trato.
Debo decir, que
esta experiencia fue muy agradable para mí, y para mi aprendizaje, los momentos
que pase en este Colegio, fueron muy satisfactorios y motivadores.
El buen trato y ánimo
que me proporcionaron aumenta mis ganas de seguir en esta carrera. Espero algún
día poder estar al frente de un grupo, y ser una buena maestra, tal y como con
las que me toco tratar esta ocasión.
Me animo mucho ver
como en este colegio, se aceptaban y motivaban a niños con diferentes
discapacidades.
Ya que en mi salón de observación se me dio la gran oportunidad de tratar con
una pequeñita con capacidades diferentes, pues pude observa actitudes y
pensamientos diferentes.
Aunque en el
colegio no era la única persona con capacidades diferentes, pues se encontraban
varios pequeños del mismo modo, en todos
los niveles: maternal, preescolar y primaria.
Espero algún día
poder laborar en una escuela con actitudes positivas como estas.